Millones de virus deambulan por el aire y por las superficies pudiéndose transmitir fácilmente con un simple contacto. Los fluidos corporales como la saliva o la mucosidad pueden dispersarse en el aire en forma de pequeñas gotitas cuando alguien tose o estornuda. Según los científicos, la tos y los estornudos pueden viajar varios metros y permanecer suspendidos en el aire hasta 10 minutos y los virus de la superficie pueden sobrevivir durante horas a temperatura ambiente. Además, la transmisión aérea se produce a través de pequeñas partículas (5 micras), que pueden permanecer en el aire durante horas y pueden ser transportadas a grandes distancias.